sábado, 16 de febrero de 2008

DILEMAS ÉTICOS, MORALES, ECONÓMICOS Y POLÍTICOS DE

INTRODUCCIÓN

En la actualidad, atravesamos por una época de cambios y avances en todos aspectos, los más notables los encontramos en la ciencia y la tecnología; indudablemente, estos avances representan una etapa revolucionaria en la historia de la humanidad y su desarrollo hacia nuevos horizontes, por lo tanto, es evidente que se impliquen dilemas éticos, morales, económicos y políticos. Cabe señalar que, como en cada etapa revolucionaria de la historia, siempre existe un sector social que recibe la mayor parte del beneficio del bien común.

El presente y el futuro previsible de la humanidad están íntimamente ligados a los avances tecnológicos, y el conocimiento de nuevas técnicas el “saber hacer”, no se traduce solo en diferencias económicas entre países, o en una relación de poderío militar; si no en que la vida misma de las naciones, su cultura, las aspiraciones de sus ciudadanos y los valores de estos, dependen de las tecnologías que utilizan. Por eso, la dependencia tecnológica se traduce en una dependencia económica, política y cultural.

Mucho tiempo ha transcurrido desde la época en que se pensaba que la ciencia y la tecnología eran neutras y que solo la política, la economía, o la ética tenían que ver con los asuntos relacionados con los valores. Asistimos a una etapa de pensamiento humano, que ha hecho una severa crítica a la ciencia y la tecnología y sus pretensiones ingenuas de objetividad.

La dinámica actual del desarrollo científico y tecnológico demuestra que, tanto su orientación como sus prioridades, no se encuentran dirigidas hacia la satisfacción de las necesidades humanas básicas de las mayorías, al contrario, satisface cada vez en mayor medida las grandes exigencias de las capas enriquecidas de los países mas ricos, apreciación que se extiende a la población mundial; lo anterior es demostrado por la extrema concentración de la capacidad tecnológica y científica mundial en un reducido numero de países y tan solo un centenar de corporaciones orientadas al mercado de los consumidores solventes y a la Globalización Capitalista.

Entonces, nos encontramos con otro dilema ¿La ciencia, tecnología, educación e investigación favorecen al desarrollo humano o a la competitividad global?, respecto a esto, es necesario acentuar que durante la historia de la sociedad humana, todos los avances trascendentales en el aspecto de innovación tecnológica, han favorecido en gran medida la competitividad mundial, en la que los países se enfrentan entre si por demostrar su capacidad para convertirse en potencia mundial; en la actualidad, lo que podría suceder es que los empresarios capitalistas entablarían una competencia para apoderarse de las nuevas tecnologías y utilizarlas para incrementar su capital.

Con la aceleración del cambio tecnológico y la fragmentación de la producción, los empresarios podrán decidir donde les conviene producir, incluso se podrían sustituir las materias primas. Además, la informática jugara un papel importante sobre el control de la producción a distancia por vía electrónica. En un futuro no muy lejano, se pretenderá potenciar las capacidades del ser humano y se desarrollara otro dilema de gran importancia, la feroz competencia y conflictos políticos y económicos por el control de los recursos y la biodiversidad del planeta.

Por ello, el siglo XXI será tal vez “El siglo de la ética”, con los dilemas en informática, bioinformática y los avances en nanotecnología, que conducirían al hombre a capacidades de manipulación de la naturaleza biológica y humana; de esta manera, el hombre podría ser capaz de romper la barrera natural e intervenir en las Leyes que rigen la evolución.

En este planteamiento enfrentamos un mundo en el que se esfuman viejas realidades, y las modificaciones que se están produciendo no son ya, principalmente de orden físico o material. Estas tienen serias implicaciones en la definición de los valores que van a participar en darle una orientación digna a la conducta humana. El hecho, es que estamos en una época histórica, en que cada vez más se toma conciencia sobre la relación ética, ciencia y tecnología. Para el establecimiento de esta relación se tiene como núcleo la ética como concepto, entendida como la disciplina encargada de estudiar la valoración moral de los actos humanos, o el modo de explicar las condiciones de una convivencia justa, por lo cual se deduce que la moral es el eje alrededor de cual se mueve la ética; cuya función es la de preservar la sociedad, siendo así, se podría argumentar que la moral, es cultura en tanto influye en el comportamiento positivo de las personas.

Se parte de la idea que en el campo de la informática esta naciendo un tipo especifico de ética que no se reduce a la simple delineación de las reglas de conducta, si no por el contrario, supone la indagación acerca de las modificaciones reales que se están produciendo en las relaciones morales, referidas a la decadencia de viejos razonamientos morales y nacimiento de otros que definen los comportamientos objetivos que se derivan del desarrollo de la informática.

La sociedad mundial esta en cambio; este proceso afecta al conjunto de factores que constituyen la realidad social, política y cultural, y en ese sentido, hay que admitir que asistimos a una transformación profunda, distinta de la producida por la revolución industrial, que reposaba sobre un sistema técnico especifico: hierro, vapor, carbón. Los cambios aparecen hoy de la mano de la tecnología.

A partir de los aspectos anteriormente mencionados, el objetivo de esta presentación consiste en delinear las bases sobre las que se fundamenta la relación ética, ciencia y tecnología; de manera que ello permita reflexionar antes las profundas implicaciones sociales que podría tener el inadecuado empleo de la informática.

Por todo lo anterior, es necesario revalorar la actividad humana, en especial tomar conciencia acerca de los efectos que tienen los nuevos avances científicos y tecnológicos sobre el contexto mundial; ya que el conocimiento por si solo existe y no representa ningún beneficio o amenaza, el dilema radica en su utilización por la humanidad, con fines en beneficio de la humanidad, o, en cambio, con la finalidad de incrementar la riqueza y poderío de los capitalistas, afectando la vida humana e incluso, la vida y el desarrollo de todo el entorno del planeta.

GRUPO: 0134, EQUIPO 7 : Karina Alejandra, Samantha, David, Lizbeth, María Cristina, María José y María Cristina